Este proyecto describe y analiza las economías que se desarrollan alrededor de distintas músicas norteñas mexicanas. Participaron en él 16 investigadores y estudiantes de licenciatura y posgrado. Trataron de entender cómo se acomodaba el campo de la música popular frente al avance del cambio tecnológico, la piratería y el crimen organizado.
Se estudiaron las condiciones laborales de algunos músicos, el impacto de la violencia en la música popular (particularmente la música norteña) para ciudades específicas, las prácticas de producción y de censura de narcocorridos y el modo como ciudades aprovecharon históricamente su condición fronteriza para dar y recibir influencias musicales.
Particular atención recibió la etnografía del instrumento musical que permitió conocer diferentes prácticas de construcción de bajo sextos y de reparación de acordeones diatónicos.